Excelente ubicación, cerca de todo. Hermosas habitaciones con buena decoración y comodidades. Personal amable y servicial. Vista impresionante desde el balcón. Buen café y pan dulce por la mañana.

Nuestra estancia en Villa La Sirena fue estupenda. Reserve un par de estudios y ambos eran encantadores y cómodos. La ubicación es maravillosa, con acceso a todos los lugares y actividades de los alrededores. Nos encantó la sensación de pequeño pueblo, después de un par de días parecía que conocíamos a todos, lo cual añade una sensación de seguridad que es muy importante cuando estás lejos de casa. Además, tienes todo lo que necesitas a la vuelta de la esquina: supermercados, frutas y verduras, farmacia, panadería, etc. Los pocos restaurantes en la playa, los lugares para desayunar, los puestos de tacos y ceviche. nada lujoso pero todo bueno y con una excelente relación calidad-precio. La propiedad también ofrece un delicioso café recién hecho y pan dulce para disfrutar en el balcón con vistas al río y toda la acción matutina en el muelle. Rafael, el cuidador, es muy amable y servicial. Nos recogió en el aeropuerto y también nos llevó de vuelta, un detalle adicional en cuanto a los servicios que ofrecen. No necesitamos alquilar un coche, ya que todo lo que queríamos hacer podíamos hacerlo a pie, en taxi acuático o en autobús, lo cual también es una ventaja, ya que conducir en México puede resultar abrumador. También tuvimos el placer de conocer a los propietarios, todos ellos personas maravillosas. Nos conectaron con las personas y lugares adecuados para las diferentes actividades de la zona. La única cosa que podría ser una desventaja para algunas personas es lo ruidoso que pueden ser algunas noches o mañanas con los perros, gallos, música callejera, etc., pero eso no es culpa de la propiedad y forma parte de la autenticidad y el encanto de México. En resumen, unas vacaciones estupendas y nos vamos con la esperanza de volver algún día y tener una segunda parte de Boca.

Recomendaría a todos este lugar.

La ubicación es maravillosa. Es un lugar genial con acceso a todos los lugares y actividades de la zona. Nos encantó la sensación de ser un pequeño pueblo, después de unos días parecía que conocías a todo el mundo, lo cual aumenta la sensación de seguridad, que es muy importante cuando estás fuera de casa. Tienes todo lo que necesitas alrededor de la esquina. Los pocos restaurantes en la playa, algunos lugares para desayunar, tacos, puestos de ceviche. nada lujoso pero todo bueno y con una gran relación calidad-precio. Habíamos reservado un par de estudios, ambos muy pintorescos y cómodos. Tienen un gran balcón con vistas al río y a toda la actividad matutina en el muelle. Es divertido "participar" de eso mientras disfrutas de una maravillosa taza de café recién tostado y pan dulce proporcionado por la propiedad. Rafael, el cuidador, es muy amable y servicial. Nos recogió y también nos llevó al aeropuerto, otro detalle muy amable en los servicios que te brindan. No necesitamos alquilar un coche, ya que todo lo que queríamos hacer se podía hacer caminando, tomando un taxi acuático o el autobús, lo cual es otra ventaja, ya que conducir en México puede parecer un poco abrumador. Tuvimos el placer de conocer a los propietarios. Todos ellos son personas geniales. Te conectan con las personas/places adecuadas para las diferentes actividades que ofrece la zona. Lo único que podría ser un inconveniente para algunas personas es lo ruidosas que pueden ser algunas noches/mañanas con los perros, los gallos, la música callejera, etc., pero eso no es culpa de ellos y así es México. en mi opinión, eso hace que la experiencia sea aún más auténtica y entrañable. En resumen, unas vacaciones estupendas y nos fuimos con la esperanza de volver algún día y tener una segunda parte de Boca.

Absolutamente nada. 🤷‍♀️

Cafetería fresca en la puerta. Hermosa vista desde el balcón. Pueblo encantador y playa hermosa. Personal amable y servicial. Acceso a actividades y lugares de interés cercanos. Sensación de seguridad en el área. Tiendas y restaurantes cercanos. El estudio era cómodo y acogedor.